Con los 5 sentidos, fue la premisa.
Gusto, olfato, vista, oido y tacto.
Con sabor a mar, olor a lavanda, vistas al pasado en su colegio de la infancia,
música para bailar hasta el amanecer y el roce de unas manos
que ni durante unos segundos dejaron de perder el contacto.
Begoña y Esteban querían que el día de su boda fuera
una alegría continua para los sentidos, y vaya que si lo consiguieron.
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